Si tienes intención de tomarte unas vacaciones en México, debes conocer la palabra que hace referencia específicamente a un postre típico de Cuaresma cuya historia y algunas curiosidades te contaremos en las siguientes líneas.
Capirotada, el postre típico de Semana Santa en México
Aclaremos enseguida que la capirotada es un platillo típico del país, aunque obviamente los mexicanos también la preparan en otras épocas del año.
La capirotada es muy parecida a un plato que se prepara con pan bañado en , con ingredientes como canela, clavo y láminas de queso curado, al menos en su preparación más tradicional.
Al contrario de como lo conocemos hoy, la versión del pasado no contaba con este postre dulce que contrasta con el queso y otros ingredientes. Además, este plato es originario de Europa, donde su preparación era muy diferente, especialmente en Italia y España.
De hecho, la receta utilizaba trozos de pan remojados en vinagre y agua, con tiras de hígado de pollo, queso, alcaparras y pepinos.
Las referencias en los libros de cocina.
Este método de preparación se considera anterior a, dijo, según relata el libro, Marco Gavio Apicio, hacia finales del siglo IV y principios del V.
Posteriormente, en 1477, aparece también en otro recetario, de Roberto de Nola, llamado , pero que sigue el modelo del de Apicio.
En este caso, en cambio, el pan se remoja en caldo de carne y cordero y la perdiz asada se baña con un aderezo a base de queso, ajo, mantequilla, huevo y el caldo del cordero frito.
En España también se preparaba con ingredientes salados y, cuando llegó a Nueva España, ahora México, evolucionó hasta convertirse en la receta que conocemos hoy.
Este cambio, además, está presente en la receta de , quien fue un cocinero español del Siglo de Oro y que, en el libro de 1611, habla del “”, aunque el pan se tuesta en elaborado con miel y queso rallado.
Cómo llegó la capirotada a México y por qué se come en Semana Santa
Su nombre nos da una excelente pista de por qué es un plato tradicional de Cuaresma y de su gran carga simbólica religiosa que la capirotada lleva sobre sus hombros.
El nombre de este postre, de hecho, deriva de “”, nombre asociado a los sombreros altos y puntiagudos que lucían algunos sacerdotes en las procesiones de Semana Santa.
El pan viejo alude a este último mientras que éste recuerda la sangre de este último. El – en cambio – se refiere a la madera sobre la que fue crucificado y los clavos al material que se utilizó para ponerlo en la cruz. También se dice que se refiere a la manta blanca con la que estaba cubierto.