¿Cuántos se dejan engañar por los envases de cereales que prometen forma, energía y vitalidad? Nada podría ser más malo: comidos por la mañana, especialmente con leche, con o sin azúcar, son enemigos jurados de la figura.
Nada puede ser más erróneo que creer que la leche y los cereales son un desayuno completo y apto para adelgazar. Has uno desayuno saludable y nutritivo es el principio subyacente del bienestar y de la forma física adecuada. Es la comida más importante del día: da energía para afrontar las tareas diarias, por eso hay que pensarla bien. La ingesta correcta de nutrientes permite gestionar el resto de la dieta de la forma adecuada, ya que se evitan las punzadas de hambre, las bajadas de los niveles de azúcar y los antojos de comida chatarra.
Desafortunadamente, la combinación de leche y cereales representa uno de los desayunos más populares en Bel Paese, especialmente entre las familias que se preocupan por la buena forma física. Es fácil ser víctima de los atractivos envases de cereales y copos de maíz, que muestran cuerpos en forma, enérgicos, sonrientes y entrenados. Consumidos con leche, con o sin azúcar, los cereales son todo menos aliados de la forma física. Aquí porque.
Cereales para desayunar, con los ojos bien abiertos: no son aliados de la figura
El resultado no cambia para los cereales ricos en fibra, ni para sus versiones integrales, naturales, ecológicas y multicereales. El los anuncios son engañosos: se trata de alimentos con un alto índice glucémico. Los azúcares añadidos, los cereales en polvo y la sal alimentan la sensación de hambre y te empujan a comer más a lo largo del día. Los copos de maíz, las hojuelas de maíz y el muesli (que a menudo también contienen frutos secos como almendras, pipas de girasol o frutas deshidratadas), transfieren el almidón a la sangre en forma de glucosa dos veces más rápido que la pasta, la miel o las galletas, el té y el chocolate. No importa cuánta glucosa contengan.
Esto es inevitable: la causa es el proceso industrial al que se someten durante su producción. Las operaciones que llevaron a su creación los convierten en verdaderos artefactos explosivos: aumentan significativamente el índice glucémico. Son peligrosos porque entran en el metabolismo de forma muy decisiva y contundente, y son una fuente inmediata de energía. Tienes la engañosa percepción de comer algo nutritivo que te da las fuerzas adecuadas para afrontar el día: en realidad, a las pocas horas el índice glucémico vuelve a bajar y el hambre aumenta considerablemente, con la consiguiente necesidad de ingerir otros azúcares y basura.
Si realmente no puedes prescindir de los cereales, es mejor elegirlos. arroz inflado, espelta y cebada, menos manipulado industrialmente. También avena pueden ser una mejor alternativa: a diferencia del muesli, no se cocinan y se hacen puré.
Se deben rehidratar con algún líquido como leche o yogur para su consumo. , con sus propiedades. Pero para un desayuno perfecto para consumir siempre de una forma diferente.