¿Cómo limpiar sandalias con plantilla de corcho (tipo Birkenstock)? Todos los trucos para lavarlos sin estropearlos
A mucha gente le encantan las sandalias de corcho, pero ¿cuántos de nosotros sabemos cómo cuidarlas realmente? En este artículo te explicamos cómo hacerlo de forma fácil y económica.
Las sandalias con plantilla de corcho son muy cómodas para la temporada de verano y también aptas para quienes caminan mucho o pasan buena parte del día de pie. Son prácticos, combinan con casi todos trajesson muy fáciles de poner porque muchas veces son zuecos sin cierres ni correas.
El corcho, cómodo y transpirable, es un material muy delicado que hay que proteger para que conserve sus propiedades (ante todo, su suavidad). En primer lugar, se ennegrece rápidamente y esto puede afectar la belleza original de la sandalia.
Además, al ser un material muy absorbente, pronto puede convertirse en un depósito de bacterias, sudor y malos olores: nuestros pies, sobre todo en verano, sudan mucho y el sudor y las células muertas se depositan en las sandalias creando un ambiente completamente diferente. .qué saludable.
Por último, si se expone a fuentes de calor o simplemente a la luz solar, el corcho tenderá a secarse, perdiendo su suavidad: esto aumenta el riesgo de grietas en el material que pueden hacer que nuestras sandalias sean incómodas, si no inservibles.
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Por suerte, limpiar unas sandalias de corcho es una operación bastante sencilla, que requiere el uso de ingredientes que podemos encontrar fácilmente en nuestra cocina: bicarbonato de sodio, jugo de limón, aceite de oliva, agua tibia. Veamos cómo hacerlo.
Si nuestras sandalias están ennegrecidas bastará con mezclar unas cuantas cucharada de bicarbonato de sodio con unas gotas de jugo de limón hasta crear una especie de pasta. A continuación esparcimos esta pasta por toda la superficie de la plantilla de corcho y la dejamos actuar una hora antes de enjuagar con agua caliente: la acción blanqueadora del bicarbonato y el limón eliminará manchas y marcas.
Sin embargo, si el corcho de la plantilla ya se ha endurecido, podemos “alimentarlo” con un poco aceite de oliva. En este caso vertemos unas gotas de aceite en el centro de la plantilla y masajeamos bien toda la superficie con la mano, luego dejamos actuar toda la noche. Antes de volver a calzar tus sandalias, recuerda limpiarlas con un paño húmedo para eliminar el exceso de aceite.
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Finalmente, si las sandalias ahora han cogido mal olor (por colonias de bacterias y sudor acumulado en los pies) podemos actuar con bicarbonato puro, dada su potente acción antiolor. Lo único que tenemos que hacer es rociar la plantilla con el polvo de bicarbonatodejar actuar unas horas y luego frotar enérgicamente con un paño suave para eliminar el polvo.
Para ello, si lo tenemos en casa, también podemos utilizar algunosarcilla blanca: este producto, de hecho, también absorbe toxinas y neutraliza los malos olores, higienizando nuestras sandalias. Se utiliza de la misma forma que el bicarbonato.
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