Elegir el corte de carne equivocado
No todo el cordero es igual. El sabor del plato final depende del tipo elegido por tu carnicero de confianza. Cada corte tiene su cocción específica, en el sentido de que no todos los cortes de cordero se cocinan al horno. Algunos cortes también son más magros que otros.
Tradicionalmente se utilizan cortes como tres cortes finos que además son más tiernos y jugosos.
Arruinando el corte elegido
Así que una vez entendido el primer error a evitar a la hora de preparar el segundo plato típico de Semana Santa, llegamos al segundo error común que consiste en arruinar la carne. Si no eres un experto, es mejor confiar en el cordero ya deshuesado y troceado. Se corre el riesgo de arruinar la materia prima y por eso siempre es mejor confiar en manos expertas.
Aunque es carne magra, el cordero todavía contiene partes grasas que no deseas y puedes hacer que el carnicero las deseche directamente; de lo contrario, puedes conservarlas y cocinarlas.
Olvídate de marinar la carne
El tercer error es el de . La carne de cordero tiene un sabor muy fuerte, fuerte e intenso que no gusta a todo el mundo. Por eso es necesario hacerlo para amortiguar el olor y el sabor fuerte. Para hacerlo te recomendamos probar vino o aceite de oliva virgen extra y luego también ajo, bayas de enebro, granos de pimienta, laurel, salvia, menta según tus gustos.
Recomendamos al menos 3-4 horas de descanso o, mejor aún, una noche entera. Si quieres conservar el olor y sabor del cordero, te recomendamos marinar la carne sólo durante una hora.
Cocinar la carne incorrectamente
El riesgo de cometer un error es alto y fácilmente se vuelve fibroso y duro. Por eso te aconsejamos dejarlo reposar antes y después de cocinarlo: basta con taparlo durante 10 minutos con papel de aluminio.
La cocción dura unos 40, 45 minutos. La temperatura del horno debe rondar los 200-220 C° durante los primeros 10 años, después de lo cual se puede bajar a 180 C°. Te aconsejamos que pongas también el .