¿Te quedan pasteles y corderos de Pascua en casa?
¿Te sobran corderos o mazanci en casa y seguro que no puedes comértelos todos? Los dulces de Pascua no sólo se amontonan en las familias, donde se experimenta con distintas recetas y el horno funciona todo el fin de semana.
También puede haber una abundancia de ellos en casa de los abuelos y abuelas que han tenido visita y les han traído algo de comer. Tanto si tienes un rebaño de corderos como una panera llena de crumpets en casa, ¡no tardes en consumirlos!
Puedes congelar tanto el cordero como el sebo
Si has estado atento, está claro que la vida útil de los pasteles dulces como el mazanec y el cordero de Pascua no es muy larga. Y también es problemático que esos pasteles se queden a menudo en la mesa durante bastante tiempo.
Si te sobra mucha masa o ya no te apetece, no dudes en congelarla. Tanto el mazanec como el cordero pueden humedecerse ligeramente al descongelarlos y es fácil que no estén tan presentables como para volver a ponerlos en la mesa festiva.
Tenga esto en cuenta y, por eso, prefiera cortar los pasteles en rodajas de modo que pueda ir sacando poco a poco las cantidades aprovechables. Esto es más práctico en muchos sentidos.
En cuanto a la conservación a temperatura ambiente, la vida útil depende de varias circunstancias. Si la masa es esponjosa, la vida útil del cordero es bastante larga, pero la masa se seca mucho.
Pero si no te importa y te gusta tomarte dos galletas con el té o el café por la mañana, lo mejor es que cortes y seques el cordero. No es una exquisitez, sino aprovechar hasta la última loncha de cordero y además ahorrar espacio en el congelador.
La masa grasa y los corderos decorados son los más perecederos. Son más maleables durante más tiempo, pero merecen ser consumidos y conservados en el frigorífico lo antes posible. Su vida útil es muy corta y debe deshacerse de ellos en pocos días. ¡Ni se le ocurra pensar en una semana!
Con los grasos es un poco más fácil. Es un pan dulce que lleva almendras y pasas, pero dura bastante. Casi una semana si se conserva adecuadamente. Sin embargo, el mazanec se puede congelar entero con éxito, pero es preferible cortarlo en rebanadas. Con cualquier masa, se recomienda guardarla congelada sólo unas semanas, no meses.
Evite sobre todo el moho
Para el almacenamiento a temperatura ambiente, lo mejor son las bolsas de lino o algodón o los paños de cocina y las bolsas de pan, ya que los productos horneados se empañan en el plástico y se endurecen más rápido en el papel. El moho es el mayor problema. Evítalos por todos los medios.
Si tus productos horneados no se enmohecen, siguen siendo utilizables, aunque estén más duros. Puedes usar el fondant en torrijas, por ejemplo. Remoja las rebanadas secas en una mezcla de huevo, leche, vainilla, canela y una pizca de sal, y luego fríelas en una sartén ligeramente engrasada o cuécelas en el horno.
Obtendrás un plato dulce muy parecido a un bollo, que puedes aromatizar con miel, fruta o mermelada. Tú decides hasta qué punto tu paladar está hambriento.
Fuentes: toprecepty.cz