En los últimos tiempos, dentro de nuestros hogares, están cada vez más extendidos. electrodomésticos reacondicionados. Se trata de dispositivos adquiridos por un cliente pero que, por diversos motivos, se devuelven perfectamente intactos. Al dejar de estar precintados ya no pueden considerarse nuevos, pero, tras haber sido sometidos a una serie de pruebas y si se repara algún defecto, se vuelven a poner a la venta a un precio inferior.
Cómo ocurre el reacondicionamiento
El proceso de reacondicionamiento lo realiza el fabricante o empresas especializadas en este sector. Una vez devuelto a fábrica, el electrodoméstico se prueba para evaluar posibles daños estéticos y funcionales y, si se encuentran defectos, se reparan utilizando piezas nuevas y originales. Luego se desinfecta y se vuelve a colocar en un embalaje con todos sus accesorios y se etiqueta como reacondicionado.
Antes de volver a ponerlo en el mercado, el dispositivo deberá catalogarse:
- como nuevo: en el caso de que tras las pruebas no queden imperfecciones. Funciona al 100% y tiene un año de garantía;
- grado A: el dispositivo es 100% funcional, está en buen estado y se encuentra dentro de un embalaje genérico o abierto. En este caso la garantía no supera los 6 meses;
- grado B: El dispositivo tiene defectos menores, como pequeños rayones o abolladuras, pero funciona muy bien. También en este caso el seguro es de 6 meses y el embalaje es neutro o insertado dentro del original pero en paquete abierto;
- grado C: el producto tiene rayones visibles o signos de desgaste, pero es eficiente desde el punto de vista tecnológico. Insertado en embalaje genérico u original, pero abierto, tiene garantía de 6 meses;
- grado D: tiene signos evidentes de desgaste, pero es funcional y tiene 6 meses de garantía;
- grado inferior a D: el dispositivo no funciona y sólo debe ser adquirido por un técnico especializado para repararlo.
Las ventajas de un producto reacondicionado
Un electrodoméstico reacondicionado tiene un precio inferior al original, permitiéndote ahorrar entre un 30 y un 50%. Estos productos son completamente funcionales y, como en el caso de los modelos nuevos, cuentan con garantía. Una de las ventajas más importantes, en cualquier caso, es la sostenibilidad, ya que estos productos se reutilizan y por tanto se eliminan costes de eliminación, reduciendo el impacto sobre el medio ambiente.
Las desventajas de los dispositivos reacondicionados
Con un electrodoméstico reacondicionado, por ejemplo, no tenemos la posibilidad de elegir el color que más nos guste, ya que no existe una gran variedad de opciones en el mercado. Además, un dispositivo reacondicionado no es un dispositivo de última generación y por tanto no tiene el mismo rendimiento que los últimos modelos. En algunos casos, resulta difícil encontrar repuestos.