Nadie necesita convencerse de las propiedades beneficiosas del huevo. Fuente de varias vitaminas y oligoelementos, proteínas de fácil digestión y ácidos grasos. Pero, ¿cómo comerlos para que sean lo más sanos posible?
Un huevo útil
Bajo en calorías, sabroso y muy nutritivo: así se puede resumir el huevo. No sólo son un ingrediente indispensable en muchos platos de nuestra cocina. Aunque éste también es su importantísimo papel. Sin ellos, los fideos, la pasta, los pasteles o incluso los fideos picados no serían posibles. También son un ingrediente excelente en ensaladas e incluso sándwiches.
Sin embargo, cualquier amante de los huevos sabe que saben mejor como plato principal, sobre todo a la hora del desayuno. También aquí pueden adoptar muchas formas, desde huevos revueltos y revueltos hasta huevos duros y huevos para untar .
¿Qué forma de huevo es la más sana?
A menudo nos preguntamos qué forma es la mejor para comer huevos. ¿Son mejores más o menos cortados? La respuesta es sencilla: algunas propiedades de los huevos desaparecen a altas temperaturas. Por eso, si quieres un huevo cocido para desayunar, es mejor cocinarlo con la yema más líquida que en su versión dura . Y servir los huevos revueltos más cuajados.
Sin embargo, un dato interesante es que la clara y la yema no son iguales en cuanto a propiedades nutricionales. En general, la clara es la más valiosa de las dos partes del huevo. Con sólo un 1% de hidratos de carbono, no contiene grasas ni colesterol. Contiene varias vitaminas y oligoelementos como potasio, zinc, hierro y fósforo.
Yema de huevo: fuente de proteínas
Sin embargo, un dato curioso es que se encuentra más proteína en… la yema de huevo. Es más calórica que la proteína (que es un 90 por ciento agua) y también tiene más grasa. Afortunadamente, gran parte de esa grasa contiene beneficios para la salud. La situación es similar con el contenido calórico: aparentemente, la yema es menos dietética porque contiene 55 calorías.
La verdadera bomba vitamínica, sin embargo, es la yema, que contiene vitamina D, ácido fólico, vitaminas A y E, y varias vitaminas del grupo B. También es más rica en oligoelementos, como calcio y selenio. El debate sobre la frecuencia de consumo de huevos sigue abierto. Sin embargo, conviene recordar que deben incluirse en nuestra dieta.