Consejos útiles

Etiqueta en la mesa navideña

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Platos de plástico, manteles de espino, centros de mesa torcidos: puede ser o no la mesa navideña de una familia italiana y, en su pacífico desorden, eso estaría bien. Pero para aquellos que están atentos a los detalles y aman seguir pautas precisas para transformar incluso un almuerzo familiar en una oportunidad de recibir con amabilidad, no faltan consejos. Proporcionarlos es Petra Carsettiautor junto con Carlos Cambi del volumen Galatimes I y II. El segundo, publicado recientemente por Maretti Editore, explora el tema de los “buenos modales” como herramienta de interacción y hospitalidad.

Ni siquiera la Navidad escapa a esta dinámica. “Es un momento de gran celebración.” explica Carsetti “Es el ritual de reunión tan esperado que debería tranquilizar a todos, haciéndolos sentir bienvenidos con gran empatía. Por eso preparar una mesa bien puesta cobra un profundo significado y ayuda a que el comensal se sienta aún más especial.”. En definitiva, algo más que una muestra esnob de buena cubertería. Aquí hay 9 consejos para avanzar sin problemas a través de las complejidades del arte de la hospitalidad.

1. El mantel: limpio, preferiblemente ligero

El mantel debe estar siempre limpio, sin manchas ni arrugas. La etiqueta exigiría que el color del mantel fuera claro, pero, al menos en Navidad, puedes hacer la vista gorda y también usar tu imaginación. El color de este año es el verde, pero sin exagerar porque se aplica el dicho “menos es más”. O en italiano: demasiado es demasiado.

2. Cubiertos y platos reutilizables

Como explica Carsetti, no todo el mundo sabe que la etiqueta también es sostenibilidad. Así al menos en Navidad o Nochevieja podemos evitar el uso de platos, cubiertos y vajillas de plástico/papel, incluida la famosa y homologada melamina. En cambio, podemos desempolvar los “buenos” juegos de nuestra abuela y rodearnos de belleza incluso de excelencias como la porcelana histórica.

3. El dilema de la servilleta

Debe colocarse a la izquierda después de los cubiertos y nunca con ellos encima. No se deben proponer árboles de Navidad, cintas, formas de animales, etc., simplemente porque la servilleta (que entra en contacto muy cercano con la boca) debe manipularse lo menos posible, doblada en forma de rectángulo o triángulo con la curvatura hacia el plato. Luego decorarlo con lentejuelas, hojas de hiedra (que entre otras cosas es tóxica) o purpurina afectará a su utilidad.

4. El brindis de Año Nuevo

En Nochevieja es imprescindible hacer un brindis caliente, especialmente con vino. La etiqueta recomienda no golpear vasos y no decir “salud”. Sin embargo, incluso las reglas más rígidas pueden ser subvertidas en nombre de una costumbre tan profundamente arraigada y compartida. Así que deja espacio a la imaginación, aunque, si lo piensas bien, acompañar el brindis con un mensaje de saludo personalizado podría resultar más efectivo que un Saludo.

5. La pieza central estratégica

la pieza central es la culminación de un arreglo cuidado y no puede faltar en Navidad, pero tenga cuidado de no utilizar flores demasiado perfumadas que podrían interferir con los aromas de los vinos o platos, molestando a quienes se sientan a la mesa.

6. Velas en la mesa

Hablando de centros de mesa, también hay que tener cuidado con el uso de velas, habituales durante las fiestas. No deben ser demasiado altos ni intrusivos como para perjudicar la conservación entre los invitados, pero tampoco demasiado bajos como para correr el riesgo de caer o quemar a alguien o algo. Una buena idea sería encenderlos pasadas las 18.00 horas, cuando la luz empieza a disminuir para no anular su presencia. En cualquier caso, siempre se encienden antes de que lleguen los invitados pero nunca se apagan antes de que todos se hayan ido. Apagarlos como señal de despedida no es precisamente elegante e incluso hacerlo delante de invitados que se quedan es una señal que casi parece ahuyentarlos.

7. Horarios: puntualidad y antelación

Incluso en las comidas y cenas navideñas se agradece mucho la puntualidad en la cita, pero llegar temprano también puede ser más descortés que llegar tarde. Los locales podrían estar en pleno apogeo incluso 15 minutos antes.

8. Regalos para llevar contigo

Si no quieres llegar con las manos vacías, es buena idea acordar primero con la persona que te invitó qué vino o postre llevar, pero si no es el caso, también puedes esperar que los regalos no lleguen. ser llevado a la mesa. Sobre todo si se ha diseñado un menú especial para el almuerzo o la cena, que choca con lo que arbitrariamente hemos ofrecido.

9. En la mesa necesitas el ingrediente secreto

La regla más importante – según Carsetti – es exponer generosamente un elemento fundamental: ¡la empatía! Sin esto, se pierde la idea misma del encuentro: la de ser feliz con tus invitados mientras residan bajo tu techo (cit. Brillat Savarin).

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¡¡¡Hola!!! Me llamo Sánchez y soy un experimentado redactor apasionado por la cocina. A lo largo de los años, he aprendido diversas tradiciones y recetas culinarias, y las escribo para ti, con el objetivo de compartir mis conocimientos.