Consejos útiles

Las incrustaciones en la plancha, el limón y la pasta de dientes hacen maravillas para eliminar la suciedad.

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Jugo de limón y pasta de dientes, los aliados ocultos de la limpieza del hogar, pero muchas personas no saben utilizarlos de la mejor manera

Todos hemos tenido alguna dificultad a la hora de limpiar una mancha concreta o incluso una incrustación concreta en la casa. A menudo, algunas imperfecciones en el entorno del hogar llegan sin que podamos darnos cuenta a tiempo, lo que nos obliga a tener que afrontarlas rápidamente, quizás antes de que el problema empeore. Una de las peores cosas cuando el problema surge en los platos o en electrodomésticos de hierro. Quienes tienen hijos en edad escolar, por ejemplo, seguramente habrán encontrado un camino en los bolsillos de sus delantales. Y como nadie es perfecto, también pudo pasar que estos bolsillos fueran lavados y planchados, sin darse cuenta de que tal vez había algo dentro de ellos.

Por ejemplo, un lápiz de cera o, peor aún, algún dulce. Estos molestos elementos, al entrar en contacto con el fuerte calor de la plancha, se derriten y además corren el riesgo de quemarse por las altas temperaturas. En el caso del delantal, si el daño no es excesivo basta con volver a meterlo en la lavadora con un poco de cuidado y quizás primero un tratamiento rápido. Pero, ¿cómo se limpia la plancha después de que se haya incrustado la sustancia derretida? Hoy os presentamos un truco muy útil para eliminar este tipo de suciedad. En promedio, es bueno para todas las superficies, pero generalmente funciona mejor en metales. Así que hazlo atesora estas enseñanzas de la abuela. Todo lo que necesitas lo puedes encontrar fácilmente en casa.

Limón y pasta de dientes, milagros para la suciedad

Sólo necesitarás: un limón, del pasta dental, un poco de papel Scottex, un poco de agua, una esponja, un cuchillo, un paño húmedo y un poco de vinagre de vino blanco. Para evitar hacerte daño, deja que la plancha se enfríe un poco antes de continuar, una vez hecho esto ya podrás comenzar. Corta el limón por la mitad y empieza a frotar la parte incrustada con el gajo abierto. Espolvorea bien toda la superficie con el jugo ácido de la fruta, obviamente centrándote especialmente en la parte crítica. Ahora toma la pasta de dientes y la esponja. Ojo, debe ser de esos que tienen el lado áspero. Coloca un poco de pasta de dientes en la esquina y con un dedo, . Una vez completado este paso, acerca la esponja empapada en pasta de dientes a la superficie incrustada de la plancha, aún húmeda con jugo de limón. Frota bien durante unos minutos, deberías ver los resultados inmediatamente, pero si no, haz una segunda pasada una vez finalizado el proceso.

Coge el paño húmedo y limpia la plancha de los restos de pasta de dientes y limón. Si todavía está sucio, sécalo bien y repite el proceso. Si está completamente limpio, genial, puedes seguir adelante. Ahora toma la otra rodaja de limón y frota bien toda la parte de hierro. Ahora toma unos pañuelos Scottex y superpónlos. Tendrás que ir literalmente a “prensa”, para poder limpiar bien la superficie. Pasa nuevamente el paño húmedo sobre la plancha y por último, humedece siempre el Scottex con el vinagre de vino blanco. Pasa esto también por la superficie afectada de la plancha, para poder desinfectarlo todo y eliminar los restos de olores. Créeme, este truco Realmente cambiará tu vida. De forma práctica, económica y segura realizarás todas las operaciones que haría un desengrasante específico normal, pero sin gastar un solo euro y reciclando los materiales que básicamente podemos encontrar directamente en nuestro hogar. Además de ser una panacea para nuestros bolsillos, también resultaría Siempre es mejor optar por guardarnos un paquete de plástico cuando lo necesitemos.

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¡¡¡Hola!!! Me llamo Sánchez y soy un experimentado redactor apasionado por la cocina. A lo largo de los años, he aprendido diversas tradiciones y recetas culinarias, y las escribo para ti, con el objetivo de compartir mis conocimientos.