La primavera es el momento perfecto para limpiar y poner a punto tu casa. Sin embargo, no tiene por qué ser una limpieza de primavera minuciosa, que al final sólo te agotará. Intenta realizar esta actividad de forma relajada y lúdica y, sobre todo, póntelo fácil. Tenemos algunos consejos de eficacia probada que te ayudarán a conseguirlo. Un interior limpio y sano hará que tu vida sea mejor y más cómoda.
El dormitorio es un lugar de descanso
Es la habitación donde debes relajarte y reponer fuerzas después de un largo día. Sin embargo, si tu dormitorio es caótico y está desordenado, no favorecerá mucho tu sueño ni tu salud. Entonces, ¿cómo hacer la necesaria limpieza de primavera con eficacia y facilidad?
Ordena poco a poco
Si quieres evitar uno de los errores básicos de la limpieza, no vayas a lo grande y con poco tiempo. La mayoría de las veces acabará en un agotamiento innecesario y en un trabajo no terminado con un detalle satisfactorio. Más bien, planifica la limpieza de tu dormitorio por partes a lo largo de varios días.
Armario y cajones
En primer lugar, organiza el contenido de tus armarios y cómodas, a veces puede resultar bastante abrumador y puede que descubras la cantidad de cosas innecesarias y desgastadas que tienes en casa. Pon la ropa sucia en el cesto de la ropa sucia y cuelga todas las prendas que puedas en perchas. Tendrás más visibilidad y te ahorrarás el trabajo de doblar y planchar.
Mesa y cajones
Si tienes alguna mesa y cajones en tu dormitorio, no dudes en cogerlos y reorganizarlos en la siguiente fase de limpieza, igual que el armario. Si encuentras algunas cosas que ya no necesitas, dónalas o conviértelas en algo más útil y original.
Cuida la cama
Otra actividad que no debe descuidar en primavera es la limpieza de toda la cama. Empiece por el colchón, donde, además de polvo, se acumulan microorganismos nocivos y restos de piel que constituyen un excelente alimento para los ácaros del polvo. Desempolve y aspire a fondo todo el colchón por ambas caras. También puedes pasarles un paño húmedo con desinfectante y dejar que se sequen bien. Limpie el somier de la misma manera y, por último, cambie el edredón y las almohadas por sábanas nuevas.
Suelos sin polvo y perfumados
Por último, en el dormitorio, limpia todas las estanterías y otras zonas libres de polvo acumulado, luego aspira bien y finalmente pasa la fregona. Si además pones una gota de suavizante o aceite esencial en un cubo de agua, un agradable y fresco aroma se apoderará también de tu dormitorio.
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