Incluso dentro de una casa pequeña es posible crear tres habitaciones. Para ello, es necesario definir de forma razonada los distintos ambientes, modernizándolos y utilizando divisores y mobiliario ad hoc. Veamos las mejores soluciones.
la placa de yeso
Las placas de yeso son perfectas para crear un ambiente amplio a pesar del poco espacio disponible. Este material se caracteriza por dos láminas de cartón (una especie de armadura) entre las que se sitúa el núcleo de yeso de cantera. Dependiendo de las necesidades, entonces, se puede utilizar un material diferente para un mismo núcleo central, por ejemplo para una mayor resistencia a la humedad, al calor o al ruido.
En el caso del apartamento de tres habitaciones en el que los espacios se optimizan al máximo, la placa de yeso permite empezar completamente desde cero en cada habitación con sólo una separación parcial entre una habitación y otra para aportar aún mayor profundidad.
Las opciones de color
En todo hogar los colores siempre marcan la diferencia. Por tanto, el consejo para conseguir tres habitaciones en unos pocos metros cuadrados es optar por tonos muy intensos, en particular el amarillo ocre y el verde, para influir en las alturas y en la función individual de cada habitación.
El proyecto cromático debe ir de la mano del arquitectónico, con combinaciones específicas para hacer las dimensiones más proporcionales y dar un toque de relajación. Así es, porque el verde agua es el ejemplo perfecto de un color que hace que un dormitorio sea más relajante, por nombrar solo un tono sobre todos. Para lograr un mayor contraste, el techo debe permanecer blanco y parecer más alto de lo que ya es.
Los tres pilares por los que empezar antes de la reforma
Los puntos de partida a la hora de obtener tres habitaciones confortables y agradables en unos pocos metros cuadrados son esencialmente tres: se debe eliminar el pasillo, mientras que el salón debe quedar literalmente abierto, sin olvidar la identificación de nuevos volúmenes (por ejemplo para un paseo). -en armario o un práctico trastero). Lo ideal sería centrarse en una entrada a la vivienda que se abra al salón de la casa, para aprovechar inmediatamente una mayor luminosidad. El dormitorio, por el contrario, debe ser la estancia más apartada de todas, con unas dimensiones que permitan acoger nuevos elementos de decoración como el vestidor.
Desde la entrada a la cocina, pues, los pocos metros de pared se pueden aprovechar para dejar espacio a una serie de elementos funcionales, desde el armario hasta el zapatero y una siempre útil librería. Por tanto, a la hora de amueblar una casa, ninguna misión es imposible, basta con armarse de paciencia y dar rienda suelta a la imaginación con soluciones sencillas que pueden dar grandes satisfacciones.