Nuestras abuelas solían cocinar los platos más deliciosos con manteca de cerdo, hoy en día se supone que no es saludable. ¿Cuál es la verdad?
La manteca de cerdo es una grasa muy popular que se utiliza en repostería y para freír diversas carnes, entre otras cosas. También podemos hacer una pasta para untar en el pan a base de manteca de cerdo con cebolla y tocino. Sin embargo, muchas personas evitan esta grasa por motivos de salud. Entonces, ¿se debe recurrir a la manteca de cerdo o no?
La manteca de cerdo no es más que grasa de cerdo fundida, es decir, grasa. La manteca de cerdo sin aditivos es ideal para freír porque tiene un alto punto de humo y no se quema aunque se cocine durante mucho tiempo. Mucha gente fríe, por ejemplo, chuletas de cerdo o rosquillas en manteca de cerdo.
La manteca de cerdo también se puede utilizar para untar pan. Basta con combinarla con cebolla y tocino ahumado. Una manzana también es un buen complemento para la manteca de cerdo, ya que realzará su sabor. Una rebanada de pan untada con manteca de cerdo y servida con pepino encurtido es una delicia muy popular.
Sin embargo, no todo el mundo sabe de qué está hecha la manteca de cerdo y por qué no hay que abusar de ella. Comer demasiada manteca o freír en ella con frecuencia puede tener graves consecuencias para la salud.
¿Es sana la manteca de cerdo? ¿Cuál es la composición de la manteca de cerdo?
La manteca de cerdo es una fuente de ácidos grasos monoinsaturados e insaturados, beneficiosos para el sistema nervioso, y de ácidos grasos omega-9, que previenen las enfermedades cardiovasculares. La manteca de cerdo también contiene vitamina D. Sin embargo, los beneficios de esta popular manteca no acaban ahí. En comparación con la mantequilla, la manteca de cerdo no contiene proteínas ni otras vitaminas. La manteca de cerdo tiene mucha más grasa y es mucho más calórica: 100 g de mantequilla tienen 717 kcal, la manteca 902 kcal.
Lea sobre los pros y los contras de la popular grasa animal
La mayor ventaja de la manteca de cerdo es su contenido en ácidos grasos insaturados y el hecho de que la grasa es perfecta para freír. Tiene un alto punto de humo, por lo que no se quema en la sartén y, por tanto, la comida siempre queda bien cocinada.
Sin embargo, el uso excesivo de manteca de cerdo en la dieta contribuye al rápido aumento de peso, la deposición de grasa en los órganos internos, la aterosclerosis, las enfermedades coronarias, los infartos y muchas otras enfermedades peligrosas.
Podemos utilizar manteca de cerdo, pero realmente en pequeñas cantidades. Curiosamente, es mejor utilizar manteca de cerdo casera que no esté solidificada y, por lo tanto, no contenga isómeros trans nocivos. Sin embargo, es mejor sustituir la manteca de cerdo clásica por un equivalente vegetal, como la manteca de judías. Esta manteca sabe igual de bien con una rebanada de pan, pero es mucho más sana. Para freír, elija aceites vegetales como el de colza, que además tiene un punto de humo elevado.