Las magdalenas, esas pequeñas delicias horneadas que pueden servir como el comienzo perfecto del día, una dulce recompensa con el café o como un práctico tentempié. Su preparación es divertida y variable, y en este artículo desvelaremos los secretos para prepararlas a la perfección y también presentaremos algunos consejos para variaciones poco convencionales.
Las magdalenas nunca defraudan. Son rápidas y fáciles de preparar, ofrecen infinitas variaciones y pueden aromatizarse con cualquier cosa que encuentre en la cocina. Sin embargo, tienen sus principios que hay que respetar. Ideales para el desayuno, el postre, la merienda o como capricho en un picnic, las magdalenas son siempre una opción gratificante. Una receta básica puede mejorarse con un nuevo sabor, ya sea fruta fresca o seca, chocolate, frutos secos, canela, vainilla o incluso especias de pan de jengibre. La creatividad no tiene límites. Sin embargo, para que el resultado no quede demasiado duro o gomoso, es importante prestar atención al procedimiento correcto.
El paso básico para el éxito es mezclar los ingredientes correctamente. Es importante preparar los ingredientes secos y húmedos por separado. En un bol, mezcle los huevos con el azúcar, añada la leche, el kéfir, la mantequilla derretida, el aceite, el zumo de fruta, el plátano machacado o el licor de su elección de la receta. En otro bol, mezcle la harina, la levadura en polvo, el cacao en polvo, los frutos secos molidos, el coco, el chocolate picado, los copos de avena o la fruta. A continuación, mezcle con cuidado los ingredientes secos con la mezcla líquida. Es importante que la masa no quede completamente lisa, aún debe contener grumos visibles de ingredientes secos. Basta con un tenedor o una cuchara. A continuación, rellene los moldes con la masa y sus magdalenas estarán listas en un abrir y cerrar de ojos.
Si quieres más inspiración, prueba a añadir a tus magdalenas ingredientes poco habituales, como verduras: el calabacín o las zanahorias pueden aportar un sabor y una jugosidad inesperados. Experimenta con distintas combinaciones para descubrir tus favoritas.
Magdalenas de kéfir con arándanos
- Tiempo de preparación 40 minutos
- Número de raciones 12 magdalenas
Ingredientes:
- 250 g de harina semigruesa
- 50 g de azúcar en polvo
- 1 bolsa de azúcar vainillado
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 200 ml de kéfir
- 2 huevos
- 60 ml de aceite
- pizca de sal
- 150 g de arándanos
Preparación:
- Precalentar el horno a 180 °C.
- En un bol, batir los huevos con la sémola y el azúcar avainillado, añadir el kéfir y el aceite y mezclar brevemente. Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente antes de procesarlos.
- Tamiza la harina con la levadura en polvo y una pizca de sal en un segundo bol. A continuación, añade los arándanos.
- Añade los ingredientes secos a los ingredientes líquidos y mezcla muy ligeramente. Debe haber pequeños grumos de harina visibles en la masa. No te preocupes, se disolverán durante la cocción.
- Con una cuchara, vierte la masa en moldes para magdalenas o en un molde para magdalenas engrasado.
- Hornea las magdalenas durante 20-25 minutos; puedes comprobar si están hechas con una brocheta. Pínchala en el centro de la magdalena y, si no queda masa húmeda, ya está.
- Deja enfriar las magdalenas horneadas y sírvelas. Deben consumirse antes de dos días, también puedes congelarlos.