Llorar mientras cortamos la cebolla es normal, pero con estas pequeñas precauciones podemos minimizar la irritación ocular
Son un ingrediente presente en todas las cocinas y un aliado válido para condimentar muchas recetas, desde sopas hasta primeros platos a base de legumbres, desde sabrosas guarniciones hasta platos de carne. Sin embargo, tener que lidiar con cebollas crudas antes de preparar un plato puede provocar ardor y ojos llorosos.
Esto se debe a que la cebolla contiene dos sustancias que, combinadas entre sí, pueden provocar irritación: laisoalina (un aminoácido que contiene azufre) y elalicina (una enzima). Estas sustancias se separan en el interior de las células pero, cuando cortamos cebolla, entran en contacto generando una serie de reacciones químicas que dan como resultado ácido propensulfénico, un irritante ocular.
El lagrimeo no es más que una estrategia de defensa que implementa nuestro organismo para eliminar lo más rápido posible el ácido propensulfénico que acaba en los ojos. Por suerte, existen trucos que nos permiten limitar la liberación de este ácido al cortar cebolla y, en consecuencia, reducir la irritación ocular.
Usa un cuchillo afilado
Un cuchillo que no funciona bien destruye muchas células, poniendo en contacto grandes cantidades de las dos sustancias, lo que da lugar a la reacción irritante. Un cuchillo afilado “rompe” menos células, lo que produce menos gases irritantes en el aire.
En este artículo te explicamos cómo.
Lea también: Limpieza y mantenimiento de cuchillos, cómo cuidar sus hojas
Utilice una superficie mojada
El agua puede ayudar a proteger nuestros ojos de la irritación cuando cortamos cebollas: cubre el tejido vegetal de la cebolla como una película, inhibiendo la difusión de gases. Podemos optar por trabajar con una tabla de cortar y un cuchillo que habremos pasado un momento bajo el chorro de agua.
Alternativamente, podemos cortar nuestra cebolla en trozos gruesos y dejarlos en el agua unos instantes, antes de proceder a cortarlos más finos.
Lea también:
enfriar las cebollas
Incluso enfriar las cebollas antes de cortarlas puede limitar su poder irritante: el frío, de hecho, reduce al mínimo la difusión del ácido. Nuestro consejo es meter la cebolla en el frigorífico unas horas antes de empezar a cocinar.
Siga con nosotros | | | |
También recomendamos: