¿Sabías que tu ropa libera microplásticos con cada lavado? Así es como puedes reducirlos
Nuestra ropa libera microplásticos peligrosos al agua cada vez que la lavamos. Aquí se explica cómo contener esta forma de contaminación.
La ropa que usamos a diario está fabricada (al menos en parte) con fibras sintéticas, necesarias para que las prendas sean elásticas y resistentes a las tensiones a las que las sometemos.
Lamentablemente, sin embargo, las fibras sintéticas (nylon, acrílico, poliéster, microfibra y muchas otras) se crean a partir del petróleo y, al igual que los objetos de plástico dispersos en el entorno natural, liberan microplásticos peligrosos cada vez que los lavamos.
Los microplásticos, dispersos en las aguas de lavado, acaban en las aguas de ríos y mares, amenazando así los ecosistemas marinos. Pero no sólo eso: numerosos estudios confirman que los microplásticos ya forman parte de nuestra dieta, ya que acaban en el estómago de los animales y luego los llevamos a la mesa.
Entonces, ¿qué podemos hacer para intentar reducir el porcentaje de microplásticos que esparcimos desde los desagües domésticos al lavar nuestra ropa? A continuación se ofrecen algunos consejos útiles.
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Lavar con menos frecuencia
Muchas personas están acostumbradas a lavar su ropa después de un solo uso, pero esto representa un grave daño al medio ambiente.
Además de la liberación de microplásticos, de hecho, un mayor lavado se traduce en un mayor desperdicio de agua y un mayor uso de detergentes, que liberan sustancias químicas tóxicas (tensioactivos) a la naturaleza. Además, utilizar la lavadora también supone un consumo importante de electricidad.
Cuando volvemos a casa y nos quitamos la ropa que llevábamos puesta, en lugar de tirarla inmediatamente al cesto de la ropa sucia, la dejamos al aire libre durante unas horas: normalmente esto es suficiente para que se sienta tan fresca como cuando acabamos de Póntelos.
Lavar tu ropa con menos frecuencia también te garantizará una vida más larga, ya que estará sometida a menos estrés.
hacer lavados en frio
Las bajas temperaturas (máximo 30°C) “estresan menos” los tejidos y limitan así la liberación de microplásticos en el agua. Es mejor evitar los lavados delicados: algunos estudios han demostrado que los programas delicados de la lavadora permiten la liberación de una mayor cantidad de microplásticos.
Prefiere detergente líquido
Incluso la elección del detergente para nuestra ropa puede marcar la diferencia en la cantidad de microplásticos liberados por la ropa que lavamos: un detergente en polvo, de hecho, es más abrasivo para los tejidos que un detergente líquido y esto favorece un mayor desprendimiento de microplásticos.
Elija un dispositivo para reducir los microplásticos
Desde hace algunos años existen en el mercado algunos dispositivos que pueden utilizarse para bloquear los microplásticos que acaban en el agua de lavado y evitar que lleguen a los océanos:
- Filtros para lavadora. Se trata de filtros externos a la lavadora, capaces de retener microfibras en cada lavado: no requieren especial atención, pero hay que recordar vaciarlos después de un determinado número de lavados.
- Bolsas de lavandería. Es un accesorio más barato y práctico que los filtros: es una bolsa en la que introducir la ropa antes de meterla en la lavadora: el tejido del tejido de la bolsa es de 5 micrómetros, específicamente diseñado para dejar pasar el agua pero no las fibras plásticas. Después del lavado, las fibras recogidas de la bolsa deben desecharse como basura doméstica.
Evita la secadora
Siempre intentamos secar nuestra ropa al aire (evitando obviamente la exposición directa al sol): la secadora, además de representar un consumo energético importante, ayuda a “arrancar” los microplásticos de las fibras y dispersarlos en el ambiente.
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