La granada puede parecer una fruta difícil de pelar, pero con esta sencilla técnica sólo tardarás unos segundos en soltar todas las jugosas semillas.
Ha llegado el otoño, y por fin podemos empezar a disfrutar de las frutas y verduras propias de esta estación. Entre estos, cabe hacer una mención especial a , que representa uno de los productos de la tierra más saludables y ricos de estos meses, conocido ya en la antigüedad por sus mil beneficios y por .
De hecho, desde la antigua Grecia, la granada se ha asociado con la fertilidad y la abundancia, mientras que en la antigua Roma era el fruto sagrado de Juno, la diosa de los matrimonios fértiles. En Turquía, sin embargo, las mujeres lo tiraban al suelo porque, contando las semillas que salían del fruto partido, sabrían el número de hijos.
Desde el punto de vista nutricional es una fruta muy rico en vitaminas A y B y con numerosas propiedades: antihelmíntico, antiinflamatorio, anticancerígeno, es muy útil en el tratamiento de los síntomas de la menopausia y para la protección del sistema circulatorio.
Sin embargo, muchas personas, a pesar de conocer los beneficios de esta fruta y apreciar su sabor dulce pero ligeramente ácido, se muestran reticentes a consumir granada. ¿La razón? Abrir la fruta y extraer los granos comestibles es realmente difícil.
Sin embargo, existe una técnica, que te explicamos en este artículo, que te permitirá abrir la granada en unos sencillos pasos, sin ensuciarte.
Cómo pelar una granada
Para extraer las semillas de la granada necesitaremos un cuchillo afilado y puntiagudo y un ablandador de carne (de madera o metal) o un cucharón.
vamos a empezar cortando un cuadrado en la parte superior de la fruta Para quitar el “sombrero”, luego utiliza el cuchillo para hacer cortes que vayan desde el sombrero hasta la base de la granada (sin profundizar demasiado para cortar las semillas): de esta forma será muy sencillo dividir el fruta en gajos.
Luego toma un diente y colócalo en un bol grande: aquí dejaremos caer todas las semillas de granada. Sosteniendo la piel de la fruta hacia arriba, comenzamos a batirla con el dorso de un cucharón o con un mazo de carne: en unos segundos todos los granos habrán caído al bol.
Seguimos así con cada gajo hasta haber liberado todos los granos. Ahora ya sólo nos queda utilizar la granada para enriquecer con sabor y color recetas dulces y saladas. LEE también: Granada: trucos y consejos sobre cómo pelar y cómo preparar el zumo de su fruto
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