Si tu ventana está completamente rota, no tienes más remedio que llamar a un cristalero o hacer que te la cambien. Sin embargo, si lo que te molesta es sólo una grieta, no hace falta que te apresures a cambiar el cristal de tu ventana. También puedes solucionar temporalmente el problema tú mismo con las cosas básicas que tienes en casa.
Aislamiento
Ayúdate de cinta adhesiva gruesa y ancha y pega bien la parte agrietada. Con esto conseguirás dos cosas. Primero, sellas la grieta para que no le entre aire y no se extienda, y segundo, reduces la tensión en el cristal.
Esmalte de uñas
Limpia bien la zona agrietada, cubre la grieta con cinta adhesiva de pintor y aplica abundante esmalte de uñas transparente. Puede que tengas que repetir este proceso varias veces, pero el resultado merece la pena.
Pegamento instantáneo
Lo que el “secundum” no salva, nada lo hará. Gracias a su increíble resistencia, el adhesivo secundum puede sellar fácilmente una grieta y evitar que se haga más grande. La ventaja es su transparencia, así que tu ventana rota parecerá casi como nueva. Sólo tienes que asegurarte de dejar secar el pegamento el tiempo suficiente.
Cinta para reparar cristales
Se trata de una cinta adhesiva transparente especial hecha de polietileno que se utiliza para sellar grietas en el cristal. La cinta resiste bien el agua y el adhesivo que contiene resiste el envejecimiento durante mucho tiempo. También se puede utilizar para reparar plásticos y, a veces, incluso madera y metales.
¿Cómo cuidar el cristal en casa?
Aunque no podemos evitar accidentes inesperados, como que una pelota atraviese una ventana, sí podemos prestar a nuestras ventanas, así como a las mamparas de ducha y otras superficies acristaladas, la atención que merecen. La mejor forma de limpiar el cristal es con un limpiador de vapor, que hará casi todo el trabajo sucio por ti, tú sólo pulirás el cristal, pero si no quieres hacerte con uno, elige un limpiador específicamente diseñado para cristal/ventanas. También puedes hacer tu propio limpiador en casa. Los más utilizados son el vinagre y el ácido cítrico. Eso sí, ten cuidado de pulir el cristal con paños adecuados, nunca utilices materiales abrasivos.
