¿Estás haciendo todo lo que está en tu mano y, sin embargo, las hojas de la monstera se están volviendo amarillas? Echa un vistazo a una actividad en la que quizá te hayas excedido. Es la culpable más frecuente de este trastorno. ¿Qué puedes hacer para que la planta recupere su bonito color verde?

Monstera es una de las plantas en maceta más populares que se encuentran hoy en casi todos los hogares. No sólo es bonita, sino también relativamente fácil de cultivar. Por desgracia, los jardineros novatos cometen a menudo el error de dejar que sus hojas amarilleen. ¿Qué hay que tener en cuenta?

¿Dónde colocar una monstera? No olvides replantarla

Aunque el cultivo de la monstera no es especialmente difícil, como cualquier planta tiene sus propios requisitos que hay que cumplir. Ante todo, asegúrate de que dispones de la ubicación adecuada. Debe ser luminoso, pero con luz difusa, no con los rayos del sol incidiendo directamente sobre sus hojas. Una colocación así acabaría tarde o temprano con las hojas chamuscadas. La planta también prosperará en sombra parcial, aunque recuerde que las variedades con hojas coloreadas necesitan más luz. Sin ella, las manchas decorativas pueden desaparecer. Vale la pena trasplantar la monstera después de comprarla. Todo esto se debe a que se supone que la tierra en la que se guardan las plantas en las tiendas es principalmente ligera, no nutritiva. Elige para ella tierra permeable, preferiblemente turba. Si opta por una mezcla para todo uso, mézclela con perlita. Esto dará a las raíces de la monstera más espacio para crecer. Además sujete la planta con tutores y soportes. En estado salvaje, crece en los troncos de los árboles, a los que “trepa”. Con apoyo crecerá maravillosamente hacia arriba.

¿Por qué amarillean las hojas de la monstera? ¿Podría ser culpa del riego?

El error más común en el cuidado de la monstera es el riego insuficiente y la baja humedad. Las hojas amarillentas son casi siempre un signo de exceso de riego. A la Monstera le gusta un sustrato ligeramente húmedo de forma constante, pero sin pasarse. La palabra clave es “ligeramente”. Debe regarse con regularidad pero con relativa poca frecuencia, sobre todo en invierno. Los niveles de hidratación se comprueban mejor introduciendo un dedo en el sustrato. No hay que pensar en la sequedad de la capa superior, sólo en la del interior de la maceta. Si allí también está seco, es hora de regar. Además, no olvides rociar la planta con regularidad. También puedes colocar un humidificador cerca de la planta. Si te saltas este paso, las puntas de las hojas empezarán a volverse marrones y luego se desmoronarán.

¿Qué hacer si la monstera está encharcada? Coge una maceta

En cuanto notes que las hojas de la monstera se vuelven amarillas, actúa. Es una señal de que se ha regado en exceso, así que olvídate de regarla o incluso de regarla en primer lugar. A continuación, retira primero las hojas amarillas y el sustrato húmedo. La mejor solución es trasplantar la planta. Ten cuidado de no alterar las raíces ni desenredarlas. Tras el trasplante, es posible que la monstera se caiga y tenga un aspecto lamentable, pero es una reacción normal. Pronto recuperará toda su fuerza, resistencia y hermoso aspecto.

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