Cortar cebollas no es una de nuestras actividades culinarias favoritas. Sin embargo, hay un truco que hará que las cebollas queden más sabrosas, más tiernas y, en general, mejor en ensaladas y muchos otros platos. Y sólo hace falta una cosa.

Cortar cebollas es un calvario. No vamos a discutirlo, y aunque hay muchos consejos para no llorar al cortar esta sabrosa verdura, hay un truco más. A veces ocurre que las cebollas son amargas y, cuando se añaden a la ensalada o a la musaca, pueden estropear el sabor y hacer que las comamos con asco. Esto no sólo se aplica a la moussaka, cualquier ensalada puede ser un fracaso con cebollas demasiado amargas. Pero tenemos una forma de evitarlo.

¿Qué se puede hacer para que las cebollas de las ensaladas sean más apetecibles? Todo lo que necesitas es azúcar

La patente del azúcar es probablemente conocida por todo cocinero y toda anfitriona experimentada. Resulta que el azúcar no siempre funciona tan bien en el té, o en las tartas de queso. También se puede añadir a las cebollas para hacer más apetecibles las ensaladas, los aperitivos y otros manjares sin que, como decía mi abuelo, “huelan acre”.

¿Por qué ocurre esto?

El azúcar, como la sal, drena líquidos, y no es diferente con las cebollas. Sin embargo, el líquido de una cebolla es un portador muy fuerte de sabor, y ese sabor suele ser amargo, y por eso nuestras ensaladas pueden saber mal. Basta con picar la cebolla, añadir un poco de azúcar y remover o triturar. Deja reposar la cebolla una hora y ya puedes añadirla a tus ensaladas.

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