Consejos útiles

Cómo almacenar adecuadamente el queso y los productos lácteos.

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Los quesos son un alimento muy perecedero y nunca deben entrar en contacto con el plástico: aquí te explicamos cómo conservarlos de la forma correcta sin cometer estos 3 errores habituales

¿Sabes realmente cómo conservar correctamente los lácteos y los quesos? Muchas veces cometemos el error de envolverlo en film plástico, ¡nada puede estar más mal! Te explicaremos la forma correcta de hacer que duren más y evitar el desperdicio de alimentos.

El queso Es un alimento presente en muchos hogares: fresco o condimentado, es en cualquier caso un producto delicado y perecedero, que hay que conservar con cuidado si queremos evitar el riesgo de moho.

¿Pero cómo hacerlo bien? A menudo, cuando lo compramos, el queso se encuentra dentro de envases de plástico (a veces envasado al vacío, para garantizar una mayor vida útil): ¿es este material realmente eficaz para proteger el producto del aire y de los patógenos?

En realidad, el plástico, además de ser un material contaminante y no reciclable que debemos evitar tener en casa, no es ideal para conservar queso.

De hecho, asfixia el producto impidiéndole “respirar”. Y no sólo eso: como sabemos, el queso tiene un componente graso bastante importante que, en poco tiempo, acaba absorbiendo el sabor del plástico.

Los “enemigos” del queso

Cuando hablamos de conservar queso, debemos prestar atención a estos tres factores que pueden comprometer su sabor y salubridad:

  • Humedad. Si el queso se almacena en un ambiente demasiado seco tiende a endurecerse y perder sus propiedades organolépticas.
  • Oxigenación. Un queso que no está expuesto al aire (como el queso envasado al vacío) no “respira” y por tanto pierde aromas y perfumes.
  • Temperatura. Demasiado frío bloquea las propiedades organolépticas del queso, mientras que las altas temperaturas favorecen la fermentación y la proliferación de colonias bacterianas.

¿Cómo conservar el queso y qué errores evitar?

El ambiente ideal para almacenar quesos (a menos que sean muy frescos, como mozzarella o ricotta) es el cavaque garantiza un índice de humedad constante y una temperatura entre 10°C y 15°C.

Sin embargo, sabemos que no todo el mundo tiene una bodega, por eso a continuación le ofrecemos algunos consejos útiles para conservar bien y durante mucho tiempo los quesos, incluso en el frigorífico de casa.

No prestar atención a la temperatura de los distintos compartimentos.

No todos los compartimentos del frigorífico ofrecen la misma temperatura, y esto puede resultar muy útil a la hora de tener que almacenar diferentes tipos de queso, que tienen diferentes necesidades.

Como norma general, podemos decir que los quesos frescos se deben colocar en la parte más fría del frigorífico (el compartimento más bajo, que tiene una temperatura entre 2°C y 4°C), mientras que los quesos curados se deben conservar en el lugar menos frío. parte del frigorífico (el compartimento superior).

También es fundamental tener cuidado de que la temperatura interna del frigorífico se mantenga constante y no sufra cambios: evitamos mantener la puerta del electrodoméstico abierta durante mucho tiempo y meter alimentos aún calientes en el frigorífico, lo que aumentaría la temperatura.

Por último, se desaconseja en absoluto guardar los quesos en la puerta del frigorífico, que está más expuesta a los cambios de temperatura.

Envuélvelo o déjalo en plástico.

Como hemos explicado, el plástico es el peor material para conservar nuestro queso: es un material contaminante y no reciclable, que asfixia el producto y lo priva de olores y sabores característicos. ¿Pero cómo reemplazar la película?

Los quesos duros curados y semicurados se pueden envolver en papel de hornear y se guarda dentro de un recipiente de vidrio con tapa hermética: el papel permite el paso del aire, pero la presencia del recipiente asegurará que el producto no se seque demasiado.

Alternativamente, podemos envolver nuestros quesos curados en un paño de algodón limpio y ligeramente húmedo: esta pequeña precaución nos ayudará a mantener el producto en el nivel adecuado de humedad.

Si tenemos distintos tipos de queso en nuestra nevera, es importante mantenerlos siempre separados y no guardarlos todos en el mismo recipiente (o trapo).

congelar el queso

El queso es un producto fresco que no se puede congelar: tengamos el tipo de queso que tengamos en casa, guardarlo en el congelador es un error que no se debe cometer.

El proceso de descongelación alterará la estructura de la pasta de queso y comprometerá su sabor y características olfativas.

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admin
¡¡¡Hola!!! Me llamo Sánchez y soy un experimentado redactor apasionado por la cocina. A lo largo de los años, he aprendido diversas tradiciones y recetas culinarias, y las escribo para ti, con el objetivo de compartir mis conocimientos.