El eneldo se utiliza en la medicina popular desde la antigüedad. Y no es de extrañar, sus efectos son asombrosos. Protege el corazón, el cerebro y los huesos, favorece la digestión y la pérdida de peso.
El eneldo es una planta que se utiliza desde hace siglos en la cocina y la medicina popular, sobre todo para tratar los cólicos del lactante, los problemas digestivos y favorecer la lactancia.
Expertos de la conocida web de salud Healthline recuerdan que en los últimos años, los efectos positivos del eneldo han sido sometidos a escrutinio científico y se ha demostrado que también podría tener un buen efecto sobre otras dolencias de salud más graves, como la hipertensión o el azúcar en sangre, o para favorecer la salud cardiovascular.
El eneldo tiene efectos positivos tanto en el cerebro como en el corazón
El eneldo también es útil para la digestión o como medio para reducir la celulitis y favorecer la pérdida de peso. Pero, como explica el doctor Dany P. Baby, sus efectos van mucho más allá.
Gracias a su alto contenido en flavonoides, tiene un efecto protector sobre el corazón, y estudios con animales sugieren además que el extracto de eneldo también puede tener un efecto positivo en la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, también reduce el azúcar en sangre y la presión arterial.
Los extractos de eneldo también se asocian con efectos anticancerígenos. Puede ayudar en la prevención y el tratamiento del cáncer de pulmón, mama y colon. El cerebro y los huesos también se benefician del consumo de eneldo. Además, el eneldo alivia los dolores menstruales, mejora la compensación de la diabetes de tipo 2 y tiene efectos antibacterianos, antivirales y antifúngicos.
Incorporar el eneldo a tu dieta es ridículamente fácil
Además de los obligatorios encurtidos y batidos de eneldo, el eneldo también es estupendo en ensaladas, pastas saladas y sopas. Es ideal para animar las patatas asadas o las carnes, y hace deliciosos aderezos de yogur o salsas. También es adecuado para adobos y, por supuesto, para hervir verduras.
Para conservar el eneldo fresco, primero hay que rociar ligeramente las hojas con agua y envolverlas sin apretar en una toalla de papel. A continuación, colócalas en una bolsa de plástico con cierre y podrás guardarlas en el frigorífico durante una semana. Por supuesto, también puedes congelar el eneldo, pero perderás algunos de sus nutrientes.