¿Y si los clásicos pierogi dulces tuvieran un pequeño cambio de imagen? Basta con un buen producto lácteo fresco y un topping afrutado para que un plato clásico sepa como en los mejores restaurantes. En este caso, además de los ingredientes, también son importantes la presentación estética y la atención a los detalles.

Los pierogi clásicos pasarán a la historia si optas por una versión espectacular con sabor a lácteos y frutas. La masa de la abuela generosamente rellena con este loco relleno sabe a gloria y servida así robará el corazón hasta de los más foodies.

Los pierogies en esta versión desaparecen de los platos en un santiamén. Todo gracias a la adición de

Pierohy son nuestro tesoro nacional. Saben deliciosos tanto salados como dulces, pero los tradicionales pierogi al estilo ruso con fruta o rellenos de jugosa carne se sustituyen mucho mejor por nuestra variante. El ingrediente principal son los productos lácteos frescos combinados con un ingrediente poco habitual que suele añadirse a pasteles y postres de todo tipo.

El secreto es, por supuesto masa blanda y fina. Aquí merece la pena apostar por los clásicos sin más mejoras – una versión así siempre tiene éxito y no se deshace durante la cocción. Por otro lado el relleno es clásico, requesón combinado con una bolsa de pudin de vainilla y azúcar enriquecido con el mismo sabor. Basta con mezclar dicho relleno y ponerlo en la masa de la tarta. Ahora podemos pasar a la gran final, es decir que se sirve con mousse de frutas. Recomendamos la de fresa, pero también la de frambuesa o albaricoque, aunque todo depende de la disponibilidad de fruta.

Pierogi locura o pastel clásico relleno de nata

Ingredientes para la masa:

  • 500 g de harina de trigo semigruesa,
  • 280 ml de agua tibia,
  • una pizca de sal,
  • una cucharadita de aceite vegetal.

Ingredientes para el relleno:

  • 300 g de requesón,
  • huevo,
  • azúcar vainillado – paquete,
  • un paquete de crema de vainilla.

Mousse de frutas:

  • unas cuantas fresas,
  • un poco de azúcar.

Método de preparación:

  1. Empezar con la masa. Añade agua, un poco de aceite y sal al bol con la harina. Amásalo todo enérgicamente hasta que se forme una masa lisa y uniforme.
  2. Cubre la masa con un paño de cocina o un cuenco caliente.
  3. Pasa al relleno de la tarta de queso. Pon el requesón en un bol, añade el huevo, las natillas y el sobre de azúcar avainillado. Remueve todos los ingredientes hasta obtener una masa lisa y homogénea.
  4. Extienda la masa de tarta en una lámina fina y empiece a cortar redondeles. Rellena cada sección de masa con el relleno. Pega las tartas estéticamente para crear un borde bonito: lo ideal es decorarlas con un fuelle o un tenedor.
  5. Hierve las tartaletas en agua con sal.
  6. Mientras tanto, espolvorear las fresas con azúcar, batir y la mousse está lista para servir.
  7. Con una espumadera, retirar las empanadillas cocidas. Servir con la mousse de fresa ya preparada – ¡buen sabor!

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